Millones de venezolanos como la familia Aguilar Ortega han huido de la miseria económica y la represión política en su país natal mientras la nación se sumía en el caos.
La decisión indignó a los críticos que alegan que contradice la imagen de Estados Unidos como un refugio seguro para los vulnerables.
Inicialmente, los periodistas conocieron a la familia en Ciudad de México, y luego los alcanzaron en la frontera entre Estados Unidos y México.
La dura experiencia sería una prueba para su fortaleza mental y física, tensaría la relación de la pareja, y retaría su compromiso y capacidad para forjarse una nueva vida en Estados Unidos.
Aguilar afirma que los fiscales venezolanos distorsionaron los cargos y que él y su amigo no usaron violencia.